jueves, 24 de mayo de 2012

Las victorias de los aliados (1942-1945)

El equilibrio del potencial militar entre los aliados y el Eje se rompió a favor de los primeros en 1943. Las derrotas de El-Alamein, Stalingrado y Midway marcaron la retirada de los ejércitos fascistas en todos los frentes. En 1944 y 1945 se produjo la derrota total del Eje, con el trágico final del lanzamiento de las dos primeras bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

[Fuente: Flickr]

Un invierno decisivo.

Dos batallas cruciales acabaron en severas derrotas cruciales acabaron en severas derrotas de los ejércitos alemanes. El eje reconoció retiradas y derrotas.

En el frente oriental lanzó una gran ofensiva en el sur de la URSS con el fin de apoderarse de la región petrolífera del Cáucaso, lo que le aseguraría el suministro de combustible. El África Korps del general Rommel inició una nueva ofensiva victoriosa en el norte de África contra los ejércitos británicos para ocupar el canal de Suez.

Dos batallas cambiaron el rumbo de la guerra. En la batalla de El Alamein, las tropas del mariscal británico Montgomery derrotaron a las del general Rommel cerca de la frontera egipcia. Estadounidenses y británicos desembarcaron en el África del norte francesa, dejando a las fuerzas del eje atrapadas en Túnez.

En la batalla de Stalingrado, los alemanes se detuvieron frente a esa ciudad en su avance hacia el Cáucaso. La derrota de la Wehrmacht marcó el inicio de la retirada alemana de la URSS.

[Fuente: Wikipedia]
La derrota del Eje.

Las potencias del Eje combatieron desesperadamente durante dos años más, a pesar de las continuas derrotas. Ante la imposibilidad de alcanzar una paz pactada, ofrecieron resistencia hasta la derrota total y definitiva.

En la batalla de Kursk, la mayor batalla de carros de combate de la historia, los alemanes fueron derrotados, lo que favoreció la contraofensiva soviética y la expulsión de los alemanes de su territorio.

Alemanes e italianos se rindieron en Túnez. Todo el norte de África quedó entonces en mano de los aliados, quienes invadieron el sur de Italia desde África. Este hecho provocó la caída del régimen fascista, la detención de Mussolini y la firma de un armisticio de Italia con los aliados. Pero los alemanes hicieron frente a la situación y el país quedó dividido: en el sur se constituyó un gobierno pro-aliado, y en el norte, un gobierno fascista, presidido por Mussolini, que había sido liberado por la policía militarizada del partido nazi. Este gobierno recibió el nombre de república de Saló.

La liberación de Italia por británicos y estadounidenses se paralizó ante la encarnizada resistencia alemana. Con el fin de abrir un gran frente occidental, los aliados planearon un gran desembarco en el norte de Francia, y el 6 de junio de 1944, el llamado Día D, los aliados desembarcaron en Normandía (Francia). A partir de ese momento, los alemanes tuvieron que defenderse en dos grandes frentes; uno en Francia y otro en la URSS. París fue liberado el 26 de agosto, después de durísimos combates, y la mayor parte de Francia, a finales de 1944. Alemania se encontraba en una situación desesperada. Británicos y estadounidenses atacaban por el oeste, mientras que los soviéticos se acercaban a la capital germana por el este. Desde 1942, bombardeos aéreos sistemáticos habían destruido una gran parte de las ciudades y las zonas industriales germanas tratando de detener su capacidad productiva y minar la moral de la población. La terrible batalla de Berlín, librada entre el 15 de abril y el 5 de mayo de 1945 por alemanes y soviéticos, acabó con la resistencia nazi. Hitler se suicidó, y el gobierno de su sucesor, el almirante Doenitz, capituló el 7 de mayo de 1945. Días antes, Mussolini había sido detenido y ejecutado en el norte de Italia.

El asalto al archipiélago japonés, previsto para el otoño de 1945, no llegó a producirse. Para evitar las enormes pérdidas que habría supuesto su conquista, el gobierno de los Estados Unidos, presidido por Truman tras la muerte de Roosevelt, decidió emplear la bomba atómica. El 6 de agosto de 1945 la ciudad de Hiroshima, y el 9 la de Nagasaki, quedaron arrasadas por el lanzamiento de sendas bombas nucleares. El 2 de septiembre, Japón capituló. La Segunda Guerra Mundial había terminado.

Los aliados celebraron varias conferencias para coordinar sus actuaciones militares y definir el nuevo mapa de Europa. La primera de las reuniones a las que acudieron Roosevelt, Churchill y Stalin tuvo lugar en Teherán (Irán) en 1943. La Conferencia de Yalta (URSS) de febrero de 1945 fue la más importante, y allí se acordó el futuro de Alemania tras el final de la guerra. La última tuvo lugar en Potsdam (Alemania), en julio de 1945, y en ella surgieron ya claras diferencias entre los aliados occidentales y los soviéticos sobre sus futuras zonas de influencia en Europa.

[Fuente: YouTube]

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