viernes, 1 de junio de 2012

El Balance de la Guerra. - Parte 2

La Organización de las Naciones Unidas.

La ONU se aprobó en San Francisco en 1945 una acabada a la segunda guerra mundial. En la cooperación de los país para resolver problemas internacionales, el reconocimiento de la igualdad de derechos de todos los pueblos de la Tierra y la promoción de amistad entre naciones del mundo.

Desde 1952, Naciones Unidas tiene su sede en la ciudad de Nueva York. La ONU es la institución internacional más importantes desde mediados del siglo xx. La Asamblea General esta formada por los representantes de todos los países miembro. La secretaria general es el órgano ejecutivo.

El consejo de Seguridad está formado por representantes de quince países (de los cuales cinco son permanentes) y se ocupa de los problemas de seguridad que afectan a la paz entre las naciones.

El consejo Económico y Social esta formado por 54 miembros y propone políticas de desarrollo económico y social. Finalmente el Tribunal Internacional De Justicia se ocupa de resolver los conflictos jurídicos internacionales.


[Fuente: History In Images]

El Balance de la Guerra. - Parte 1

Un mundo destruido.

La segunda guerra mundial fue mucho más mortífera que la primera. Se calcula que murieron alrededor de 50 millones de personas. Los civiles que perecieron víctimas de los bombardeos, del hambre y la violencia de los ocupantes o de las represalias nazis.

Otras consecuencias demográficas fueron los desplazamientos forzosos y los efectos territoriales que fueron de menor importancia que en 1919. La URSS recuperó prácticamente las fronteras del antiguo imperio ruso con la incorporación de los países bálticos y de pequeños territorios. Japón volvió a los límites anteriores a su expansión. Austria que había sido ocupada temporalmente por los aliados, Alemania quedó dividida en cuatro zonas bajo control de las potencias aliadas. La economía de Europa estaba arruinada al finalizar la guerra Europa al igual que en 1919, se encontraba en una situación de caos  económico y con dificultades para asegurar el abastecimiento de su población, Estados Unidos se encargó de reorganizar la economía capitalista por su parte la URSS impuso el modelo socialista en la Europa Central y Oriental.

[Fuente: Grupo Tortuga]

lunes, 28 de mayo de 2012

Una guerra total. - Parte 3

El colaboracionismo y la resistencia.

Los éxitos alemanes durante la primera mitad de la guerra en los países ocupados propiciaron la aparición de grupos que apoyaron  las ideas nazis y prestaron su ayuda a la administración alemana y a la persecución política y étnica de sus compatriotas. Sus miembros fueron llamados colaboracionistas.

La resistencia, que encarnaba la oposición al nazismo y a la ocupación alemana en Europa, se alzó frente al colaboracionismo.Diversos factores, además de los ideológicos, estimularon la resistencia en los países ocupados: la presencia militar alemana, las requisas, la persecución política, etc.

Estos hechos reforzaron el nacionalismo y la hostilidad contra los alemanes. La resistencia comenzó a alcanzar importancia en 1941, tras la invasión nazi de la URSS.

En Europa Oriental se organizaron grandes unidades resistentes tras la lineas alemanas tanto en la URSS como en Yugoslavia, capaces de retener a ejércitos alemanes enteros.Incluso en Alemania e Italia surgieron pequeños grupos de oposición, a pesar del férreo control policial.

[Fuente: Siempre Historia]

Una guerra total. - Parte 2

Una guerra de aniquilamiento.

Tanto los alemanes como los japoneses consideraron que sus triunfos en la primera parte de la guerra constituían el inicio de una nueva época. Las derrotas de las potencias democráticas y de sus imperios coloniales marcaban el comienzo de lo que denominaron el "nuevo orden", que significaba la hegemonía mundial de Alemania y Japón. La imposición de este "nuevo orden" se acompaño del empleo de métodos crueles e inhumanos.

El racismo era uno de sus principios ideológicos más importantes. Pretendía, por un lado, preservar las purezas de la raza aria, evitando la mezcla con otras razas, en especial, la judía, que había que exterminar y por otro lado conquistar el espacio vital para los arios. La expansión de la gran Alemania debía realizarse hacia el este, incorporando territorios ocupados por los eslavos, considerados una raza inferior.

En 1941 Hitler dispuso la llamada solución final. Se trataba de genocidio, holocausto, según los judíos; de la población judía en la Europa ocupada. La diabólica maquinaria de liquidación provoco la muerte a seis millones de judíos, dos millones de prisioneros soviéticos y centenares de miles de otros colectivos. Los campos de exterminio fueron la pieza fundamental de esta macabra empresa.

Los nazis adoptaron brutales represarías contra cualquier resistencia por parte de las poblaciones conquistadas. Las matanzas fueron sistemáticas en el frente oriental después de la promulgación, el 7 de diciembre de 1941, del decreto noche y niebla. Basándose en este decreto, millones de ciudadanos soviéticos fueron asesinados durante los años de ocupación.

Ambos bandos emplearon el bombardeo masivo de las ciudades como forma de intentar minar la moral de la población civil, lo que conllevo a la muerte de centenares de miles de personas. Esta constante destrucción de las retaguardias llego a su punto máximo con el lanzamiento, por parte de estados Unidos Unidos, de las bombar atómicas de Hiroshima y Nagasaki.

[Fuente: YouTube]

domingo, 27 de mayo de 2012

Una guerra total. - Parte 1

La Segunda Guerra Mundial fue especialmente cruel y despiadada, y sus consecuencias afectaron a millones de civiles. Para financiar los enormes gastos de la guerra, los alemanes y los japoneses saquearon las riquezas de los países ocupados. Por su parte, la victoria aliada necesitó un esfuerzo económico sin precedentes.

[Fuente: Taringa]

La guerra económica.

Una contienda tan colosal requirió un gigantesco esfuerzo económico. En el desarrollo de la guerra se debe tener en cuenta la superioridad productiva industrial y agrícola de Estados Unidos y del imperio británico sobre los países del Eje. Recursos tan esenciales como el petróleo, el carbón o los metales estratégicos daban una enorme ventaja a los aliados. Los agricultores estadounidenses convirtieron a Estados Unidos en “el granero de la democracia”, lo que permitió alimentar a todo el bando aliado. Por su parte, los ejércitos del Eje confiscaron alimentos en los países ocupados para alimentar a sus soldados y a la población civil de Alemania o Japón.

La movilización de los hombres jóvenes para el ejército y el aumento de la producción armamentística provocaron una escasez de mano de obra en todos los países participantes. Estos recurrieron a sistemas diferentes para afrontar el problema. Alemania aplicó métodos brutales, como el empleo de prisioneros de guerra y de trabajadores forzosos procedentes de los países conquistados (en 1944 llegó a tener más de cinco millones de trabajadores esclavos extranjeros y casi dos millones de prisioneros de guerra, la mayoría rusos). Los aliados recurrieron, sobre todo, al empleo de mano de obra femenina y de jóvenes, así como al incremento de la jornada laboral.

Las necesidades generadas por los ejércitos abocaron a los contendientes a la intervención de los gobiernos en la economía. Ya antes de 1939, cuatro de los principales participantes (Alemania, Italia, la Unión Soviética y Japón) tenían una economía planificada; los otros tres (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) siguieron siendo economías de mercado, pero establecieron estrechos vínculos entre el Gobierno y la industria.

Al igual que ocurrió durante la Gran Guerra, la Segunda Guerra Mundial impulsó importantes novedades tecnológicas: producción a gran escala de penicilina y de nuevas fibras textiles, como el nylon para fabricar paracaídas; utilización de los primeros y rudimentarios ordenadores; uso de la energía nuclear, etc. Las innovaciones técnicas se aplicaron, fundamentalmente, a la fabricación de armas. Los aviones eran cada vez más veloces y, al final de la guerra, los alemanes habían puesto a punto los primeros aviones a reacción, así como misiles antiaéreos y bombas volantes, precursoras de los cohetes espaciales. En el mar, la gran innovación fue el portaaviones, que desempeñó un papel decisivo en la guerra del Pacífico. Pero la innovación más determinante fue la bomba atómica. Un grupo de científicos de origen europeo, la mayoría de ellos huidos del nazismo, como Fermi o Bohr, llevó a cabo las investigaciones necesarias para su fabricación, entre 1942 y 1945, en Estados Unidos.

[Fuente: YouTube]

jueves, 24 de mayo de 2012

Las victorias de los aliados (1942-1945)

El equilibrio del potencial militar entre los aliados y el Eje se rompió a favor de los primeros en 1943. Las derrotas de El-Alamein, Stalingrado y Midway marcaron la retirada de los ejércitos fascistas en todos los frentes. En 1944 y 1945 se produjo la derrota total del Eje, con el trágico final del lanzamiento de las dos primeras bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

[Fuente: Flickr]

Un invierno decisivo.

Dos batallas cruciales acabaron en severas derrotas cruciales acabaron en severas derrotas de los ejércitos alemanes. El eje reconoció retiradas y derrotas.

En el frente oriental lanzó una gran ofensiva en el sur de la URSS con el fin de apoderarse de la región petrolífera del Cáucaso, lo que le aseguraría el suministro de combustible. El África Korps del general Rommel inició una nueva ofensiva victoriosa en el norte de África contra los ejércitos británicos para ocupar el canal de Suez.

Dos batallas cambiaron el rumbo de la guerra. En la batalla de El Alamein, las tropas del mariscal británico Montgomery derrotaron a las del general Rommel cerca de la frontera egipcia. Estadounidenses y británicos desembarcaron en el África del norte francesa, dejando a las fuerzas del eje atrapadas en Túnez.

En la batalla de Stalingrado, los alemanes se detuvieron frente a esa ciudad en su avance hacia el Cáucaso. La derrota de la Wehrmacht marcó el inicio de la retirada alemana de la URSS.

[Fuente: Wikipedia]
La derrota del Eje.

Las potencias del Eje combatieron desesperadamente durante dos años más, a pesar de las continuas derrotas. Ante la imposibilidad de alcanzar una paz pactada, ofrecieron resistencia hasta la derrota total y definitiva.

En la batalla de Kursk, la mayor batalla de carros de combate de la historia, los alemanes fueron derrotados, lo que favoreció la contraofensiva soviética y la expulsión de los alemanes de su territorio.

Alemanes e italianos se rindieron en Túnez. Todo el norte de África quedó entonces en mano de los aliados, quienes invadieron el sur de Italia desde África. Este hecho provocó la caída del régimen fascista, la detención de Mussolini y la firma de un armisticio de Italia con los aliados. Pero los alemanes hicieron frente a la situación y el país quedó dividido: en el sur se constituyó un gobierno pro-aliado, y en el norte, un gobierno fascista, presidido por Mussolini, que había sido liberado por la policía militarizada del partido nazi. Este gobierno recibió el nombre de república de Saló.

La liberación de Italia por británicos y estadounidenses se paralizó ante la encarnizada resistencia alemana. Con el fin de abrir un gran frente occidental, los aliados planearon un gran desembarco en el norte de Francia, y el 6 de junio de 1944, el llamado Día D, los aliados desembarcaron en Normandía (Francia). A partir de ese momento, los alemanes tuvieron que defenderse en dos grandes frentes; uno en Francia y otro en la URSS. París fue liberado el 26 de agosto, después de durísimos combates, y la mayor parte de Francia, a finales de 1944. Alemania se encontraba en una situación desesperada. Británicos y estadounidenses atacaban por el oeste, mientras que los soviéticos se acercaban a la capital germana por el este. Desde 1942, bombardeos aéreos sistemáticos habían destruido una gran parte de las ciudades y las zonas industriales germanas tratando de detener su capacidad productiva y minar la moral de la población. La terrible batalla de Berlín, librada entre el 15 de abril y el 5 de mayo de 1945 por alemanes y soviéticos, acabó con la resistencia nazi. Hitler se suicidó, y el gobierno de su sucesor, el almirante Doenitz, capituló el 7 de mayo de 1945. Días antes, Mussolini había sido detenido y ejecutado en el norte de Italia.

El asalto al archipiélago japonés, previsto para el otoño de 1945, no llegó a producirse. Para evitar las enormes pérdidas que habría supuesto su conquista, el gobierno de los Estados Unidos, presidido por Truman tras la muerte de Roosevelt, decidió emplear la bomba atómica. El 6 de agosto de 1945 la ciudad de Hiroshima, y el 9 la de Nagasaki, quedaron arrasadas por el lanzamiento de sendas bombas nucleares. El 2 de septiembre, Japón capituló. La Segunda Guerra Mundial había terminado.

Los aliados celebraron varias conferencias para coordinar sus actuaciones militares y definir el nuevo mapa de Europa. La primera de las reuniones a las que acudieron Roosevelt, Churchill y Stalin tuvo lugar en Teherán (Irán) en 1943. La Conferencia de Yalta (URSS) de febrero de 1945 fue la más importante, y allí se acordó el futuro de Alemania tras el final de la guerra. La última tuvo lugar en Potsdam (Alemania), en julio de 1945, y en ella surgieron ya claras diferencias entre los aliados occidentales y los soviéticos sobre sus futuras zonas de influencia en Europa.

[Fuente: YouTube]

domingo, 20 de mayo de 2012

Las victorias del Eje (1939-1942) - Parte 2

La invasión de la Unión Soviética.

Hitler decidió cambiar de escenario bélico y dirigió sus armas hacia el este, a las fuerzas Alemanas atacaron la Unión Soviética, los ejércitos Alemanes obtuvieron grandes victorias, destruyendo ejércitos soviéticos enteros. Encontraron en el espacio soviético, el terreno ideal para la guerra relámpago (grandes ofensivas simultáneas con bombardeos aéreos masivos).

Los soviéticos no se rindieron, los alemanes alcanzaron Leningrado y sometieron la ciudad a un asedio, ocuparon Ucrania, y los alemanes centraron su ataque sobre Moscú con objeto de conquistar la capital. La defensa soviética resistió, contraataco con tropas procedentes de Liberia. La llegada del crudo invierno ruso puso al ejército alemán ante enormes dificultades de sobrevivir en aquellas circunstancias. Las fuerzas de Hitler tuvieron que retroceder. Fue su primera derrota terrestre, comparable a la sufrida en la batalla de Inglaterra.

La intervención de Japón.

Desde principios del siglo XX, Japón impulsó una política de expansión imperialista a costa de los imperios coloniales europeos de la zona, con el fin de convertirse en la gran potencia asiática. Durante los años treinta, había conquistado gran parte de China y, aliado de Alemania e Italia, ocupó en 1941 las colonias francesas y holandesas de Asia. Estados Unidos vio en estas acciones una amenaza a su posición de dominio en el Pacífico. El 7 de diciembre de 1941, la aviación japonesa atacó, sin previo aviso, Pearl Harbor, principal base estadounidense en el Pacífico central, y una parte importante de la flota americana quedó dañada o destruida. Desde 1939 Estados Unidos había manifestado sus simpatías hacia los aliados, especialmente hacia Reino Unido, al que suministró armas, productos manufacturados y créditos. Pero el ataque a Pearl Harbor provocó la entrada de Estados Unidos en la guerra contra el Eje, poniendo su gran potencial económico y humano del lado de los aliados. Esto supuso un cambio decisivo para el desarrollo de esta larga contienda. Desde entonces, los tres dirigentes aliados (el presidente de Estados Unidos, Roosevelt; el primer ministro británico, Churchill, y el líder soviético, Stalin) acordaron coordinar sus actuaciones frente al enemigo común.

En los meses que siguieron a Pearl Harbor, los japoneses lograron apoderarse del sudeste asiático, desde Manchuria a Malasia, y de todos los archipiélagos del Pacífico occidental. Estos territorios, conocidos como la “Gran Asia japonesa”, fueron explotados de acuerdo con los intereses nipones, de manera que las poblaciones indígenas vieron cómo el imperialismo europeo había sido sustituido por el japonés. Pero, a partir de mediados de 1942, los estadounidenses tomaron la iniciativa en el Pacífico frente a los avances japoneses. Las victorias aliadas en las batallas del mar del Coral y de Midway, en el Pacífico, supusieron el inicio del retroceso japonés. A partir de entonces, Estados Unidos inició un largo proceso de recuperación de los archipiélagos ocupados por los japoneses mediante ambiciosas operaciones que se encontraron con una fiera resistencia (islas Salomón, Guadalcanal, islas Marshall, Marianas, etc.). Incapaces de resistir la creciente potencia militar enemiga, los japoneses recurrieron a métodos desesperados, como los kamikazes o pilotos suicidas. Los bombardeos masivos de las ciudades niponas debilitaron la capacidad productiva de Japón, que, no obstante, siguió ofreciendo una resistencia encarnizada.

[Fuente: YouTube]

jueves, 17 de mayo de 2012

Las victorias del Eje (1939-1942) - Parte 1

La Segunda Guerra Mundial tuvo dos etapas perfectamente diferenciadas. La primera, entre 1939 y el final de 1942, estuvo marcada por los constantes éxitos del Eje, sobre todo de Alemania en Europa y de Japón en Asia. Durante la segunda etapa, el signo de guerra cambió radicalmente.

[Fuente: Taringa]

Un año de triunfos.

La invasión de Polonia puso de manifiesto la potencia del ejército alemán, que, en pocas semanas, derrotó con contundencia a las tropas polacas. Francia y Reino Unido apenas pudieron llevar a cabo acciones militares para ayudar a Polonia. La URSS, cumpliendo las cláusulas secretas del pacto de no-agresión germano-soviético, invadió la parte oriental de Polonia. De esta manera, Polonia quedó repartida entre alemanes y rusos.

Las operaciones militares se paralizaron entre octubre de 1939 y la primavera de 1940. En abril, Alemania ocupó por sorpresa Dinamarca, que apenas pudo ofrecer resistencia, y Noruega, con lo que se aseguraba el suministro del hierro sueco, imprescindible para abastecer la industria germana, y una larga fachada marítima frente a Gran Bretaña.

El 10 de mayo de 1940, los ejércitos germanos atacaron Francia. Esta nación había adoptado una táctica de posiciones, semejante a la de la Gran Guerra de 1914, construyendo una formidable defensa fortificada en su frontera con Alemania, la Línea Maginot, que se interrumpía al llegar a la frontera belga. Igual que en 1914, los alemanes atacaron la retaguardia francesa a través de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, naciones hasta entonces neutrales. Aunque los ejércitos de estos países ofrecieron una heroica resistencia, poco pudieron hacer ante la aviación y las unidades acorazadas y motorizadas enemigas. Las fuerzas francesas y británicas, sorprendidas por la espalda, fueron incapaces de hacer frente a la invasión y, de forma desorganizada, emprendieron la retirada.

En menos de un mes, Francia fue vencida. Los británicos, replegados a la costa francesa del canal de la Mancha, pudieron salvar gran parte de su ejército mediante la evacuación por mar desde las playas de Dunkerque. Este hecho fue de gran importancia para la continuación de la guerra, ya que evitó el aniquilamiento total del bando aliado. Italia, que se había mantenido ajena a la contienda hasta ese momento, convencida de la victoria de su aliado nazi, entró en la guerra el 10 de junio de 1940.

La derrota militar provocó un giro político radical en Francia. El gobierno dimitió, siendo sustituido por uno nuevo, presidido por el mariscal Pétain, el héroe de Verdún. Pétain, que consideraba que la guerra estaba perdida, solicitó un armisticio a Alemania. De esta manera, Francia aceptaba su derrota. El país quedó dividido en dos: la zona norte, que incluía París, quedó bajo control alemán; el sur, en manos del gobierno de Pétain, que instaló su capital en la pequeña ciudad de Vichy, nombre con el que se conoció el régimen proalemán de Pétain: el régimen de Vichy. Contrario a esta política de entendimiento con los nazis, el general francés De Gaulle huyó a Londres. Desde allí hizo un llamamiento a los franceses para continuar la lucha, tanto en el interior del país como en las colonias francesas.

La batalla de Inglaterra.

En el verano de 1940, Alemania parecía invencible. En tres breves y brillantes campañas había ocupado Polonia; Dinamarca y Noruega; Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Francia. Sólo Reino Unido se interponía en su camino hacia la victoria total, por lo que se preparó para invadir Gran Bretaña. Para asegurar la invasión de las islas británicas por mar, los alemanes intentaron destruir antes su capacidad defensiva desde el aire. Este ataque aéreo se conoce como la batalla de Inglaterra. Durante el verano de 1940, la aviación germana, la Luftwaffe, bombardeó a gran escala objetivos militares, económicos, civiles de Reino Unido con el fin de sembrar pánico entre la población civil. Sin embargo, la destrucción total de ciudades como Coventry fortaleció el espíritu inglés y estímulo la simpatía de Estados Unidos. La aviación británica acabó derrotando a Luftwaffe, con lo que frustró la invasión de Gran Bretaña. La resistencia británica supuso un duro golpe para el expansionismo alemán. Otros éxitos alemanes, conseguidos en los primeros meses de 1941, pudieron ocultar el fracaso de la batalla de Inglaterra: la derrota británica en el norte de África, donde el ejército alemán, el África Korps, había acudido en ayuda de los italianos, y la ocupación de Yugoslavia y Grecia.

domingo, 6 de mayo de 2012

Antecedentes de la guerra. - Parte 2

El camino hacia la guerra.

Desde 1937 hasta 1939, Alemania llevó a cabo la ampliación de sus fronteras por la fuerza. Hitler planeó una serie de acciones que permitirían al Reich la incorporación de algunos territorios. En 1938, el ejército alemán entró en Austria y Hitler proclamó el Anschluss, o incorporación de Austria al Reich, hecho expresamente prohibido por el Tratado de Versalles.

Realizado el Anschluss, Alemania se volvió contra Checoslovaquia por la cuestión de los alemanes a los Sudettes. Hitler concentró soldados en la frontera y exigió la incorporación de la región a Alemania. Las democracias occidentales respondieron débilmente a esta amenaza y propusieron la celebración de una conferencia internacional para tratar la cuestión.

Mussolini reunió la Conferencia de Múnich. En 1938, en la que participaron Alemania, Italia, Francia y Reino Unido. El acuerdo de Munich fue un triunfo total para Hitler, ya que los firmantes aceptaron la incorporación de los Sudettes al Reich. La guerra logró evitarse, pero fue a costa de nuevos éxitos nazis.

El ejército germano invadió Checoslovaquia en 1939, dividiendo el país: las regiones de Bohemia y Moravia se convirtieron en un protectorado alemán, mientras que Eslovaquia alcanzaba la independencia como país satélite de Alemania. Hitler demostró la creación de la Gran Alemania no satisfacía sus deseos expansionistas. Con la anexión de poblaciones no alemanas comenzaba la conquista del “espacio vital”.

La destrucción de Checoslovaquia hicieron ver a Francia y Reino Unido que sólo el uso de la fuerza podía frenar las constantes violaciones territoriales de Hitler. La integridad de Polonia, atacada por la prensa alemana con una violenta campaña que exigía la incorporación a Alemania de la ciudad Dánzing. Una alianza con la URSS podría ser decisiva para frenar a los nazis, pero los gobernantes británicos y franceses, profundamente anticomunistas, no mostraron demasiado entusiasmo pro alcanzar un acuerdo con los soviéticos.

En 1939 se firmó con Italia el llamado Pacto de Acero, una alianza defensiva y ofensiva. Pero en los días anteriores al inicio de la guerra la gran sorpresa fue la firma del pacto de no-agresión germano-soviético. Stalin sospechaba que las democracias intentaban dirigir el expansionismo alemán contra la URSS, por lo que no dudó en aceptar el pacto ideado por Hitler, que en sus cláusulas secretas le ofrecía una parte de Polonia. Representó una catástrofe para Francia y Reino Unido, ya que Polonia quedaba indefensa ante Hitler y se aseguraba poder combatir en un solo frente.

El 1 de septiembre de 1939, el ejército alemán inició la invasión de Polonia. Esta vez, Francia y Reino Unido cumplieron sus compromisos, y el día 3 declararon la guerra a Alemania. La Segunda Guerra Mundial había comenzado.

Dos sistemas de alianzas se enfrentaron en esta guerra. Las fuerzas del Eje, que agrupaban a Alemania, Italia, Japón y los pequeños países europeos que los apoyaron (Hungría, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia); y los ejércitos aliados, que estaban formados por Reino Unido y Francia, a los que se unió la URSS en 1941, y, a finales de ese año, Estados Unidos.

viernes, 4 de mayo de 2012

Antecedentes de la guerra. - Parte 1

El cambio de signo en las relaciones internacionales.

[Fuente: Foro Segunda Guerra Mundial]

La humillación de Alemania en el tratado de Versalles y la frustración de Italia, explican en gran medida el ambiente que había en ambos países en los años treinta. Las políticas agresivas de nazis y fascistas se basaron en el deseo de modificar a su favor la situación heredada. La política indecisa que mantuvieron Francia y Reino Unido al no frenar las agresiones de la Alemania nazi.

Durante los años veinte pareció que se iban a consolidar las bases de una paz duradera que superara los efectos de la primera guerra mundial. Pacto de Locarno, la paz de Versalles y el pacto de Kellogg. Pero los efectos de la crisis y el acceso de Hitler al poder, así como la política imperialista de Japón en Asia, cambiaron drásticamente el panorama internacional. La debilidad de la sociedad de naciones y de las potencias occidentales facilitó el camino a la guerra.

El primer acontecimiento fue la invasión de China por Japón. Japón comenzó así construir su dominio sobre Asia oriental y sobre el Pacífico. Condenado por la sociedad de naciones abandonó esta organización.

La política exterior nazi tuvo como primer objetivo la revisión del Tratado de Versalles. Hitler. Llevó a cabo una hábil política de agresiones y apaciguamientos que le permitió vulnerar todos los acuerdos internacionales y llevar a la práctica la expansión territorial del Reich, Hitler fue incumpliendo las cláusulas de Versalles, abandonó la sociedad de naciones y anunció el restablecimiento del servicio militar obligatorio. Hitler llevó a cabo la segunda trasgresión del tratado de Versalles: La remilitarización de Renania. El gobierno francés se planteó emprender acciones militares contra Alemania, pero Reino Unido no apoyó esta iniciativa. Las democracias habían dejado pasar una ocasión para detener a Hitler.

En la Italia fascista se seguía una política parecida, las ansias imperiales de Mussolini se habían cumplido con la conquista de Etiopía. La sociedad de naciones, sancionó financiera y económicamente la intervención italiana. Este hecho provocó el acercamiento de Italia a Alemania y el abandono de la Sociedad de Naciones por parte de Italia.

La Guerra Civil de España constituyó una nueva ocasión para la actuación conjunta de las potencias fascistas en apoyo de los sublevados. El bando nacional contó con el envió de abundante armamento y de soldado. Las democracias abandonaron a su muerte a la República, con la ayuda de la URSS y las brigadas internacionales. La solidaridad de los dos estados fascistas se consolidó un tratado de amistad llamado Eje Roma-Berlín y Alemania firmó otro pacto con Japón, el Pacto anti-Komintern dirigido contra la URSS, e Italia un año más tarde. Alemania iba construyendo un sistema de alianzas con las naciones de ideologías similares.

[Fuente: YouTube]